Yeialel 2

Yeialel

Yeialel

Atributo: Dios que escucha los pedidos.

Planeta: Venus.

Coro Angélico:  Virtudes.

Sefiráh: Netzaj.

Horario de regencia: de  19 a 19:20 horas.

Se lo invoca para:

  • Ayudar en todo proceso de curación, especialmente los problemas de ojos.
  • Sanar la tristeza.
  • Proteger a los que trabajan con metales.

Los nacidos bajo su regencia:

[sociallocker id=»356″]Las personas nacidas bajo su regencia se distinguen por su coraje y franqueza. Tendrán la protección directa del planeta Venus y atributos positivos de los signos que lo corresponden: Tauro y Libra. Será considerado una persona lúcida que decide con claridad de expresión toda las situaciones complicadas y comprometedoras. Franco y con temperamento amoroso  tendrá un gran gusto por las flores y las pinturas. Es optimista y ama la verdad y la defiende para que todo se realice en perfecto orden. Dotado de gran afectividad, fuerte sentido estético, solidez y valoración de los bienes materiales. Acepta bien su sensualidad actuando con serenidad y tiende a satisfacer su tendencia por todo tipo de placeres sin reprimirse. Es un poco introvertido pero controla siempre sus instintos exhibicionistas. Es arriesgado pero no se aparta demasiado de lo tradicional. Es de espíritu combativo y encuentra en el casamiento la solución a sus problemas. Su pareja deseará complementarlo para que se sienta fuerte en las luchas que debe emprender.[/sociallocker]

Cita bíblica:

Angustiada está mi alma;
¿hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?

Salmo 6:3

YEIALEL: ‘EL VALLE DE LOS SUICIDAS’

Si la tristeza se pudiese medir, ninguna bascula podría con tanto peso, al menos así se le parecía al desdichado joven que acababa de saltar al vacio de un profundo abismo con la única intención de poner fin a todas sus penas.

Pero a veces y aunque queramos burlar nuestro destino, este nos lo pone difícil, y eso fue precisamente lo que le paso a Yeialel.

El perturbado joven en su afán de acabar pronto con su vida no se percato de los ramajes que crecían en los bordes de aquella garganta siniestra, y en la caída su cuerpo fue frenado por estos, impidiéndole estrellarse en el suelo.

No obstante el golpe fue no suficientemente duro lo que hizo que perdiera el conocimiento. Seria entonces, cuando

el imprudente Yeialel tendría una experiencia inolvidable que vendría a cambiar su vida para siempre.

Su cuerpo sin sentido estaba protegido por el follaje de una espesa vegetación, pero su espíritu ya no se encontraba en su interior.

– Que extraño era todo aquello? -pensó Yeialel, que miraba con admiración el lugar donde se encontraba-.

De repente todo se ilumino y una voz grave anuncio:

– Atención todos los presentes, el caso de la Suprema Justicia contra Yeialel lo preside el honorable Juez Mersat.

– ¡Oh Dios!, que estaba ocurriendo? Debo de estar muerto y esto es el Juicio Final -se dijo Yeialel, asustado -.

– Levántese el acusado -ordeno imperiosamente una nueva voz, era el Juez Mersat-. Debe contestar sin titubeos y no intente mentir pues tengo en mi poder un informe muy completo de su vida que amablemente me han confiado los Señores Archiveros.

Sin que el joven se atreviese a abrir la boca, el Juez siguió con su exposición.

– Contesta, por que has osado acabar con tu vida física?, acaso no sabes que eso es atentar con el principio de la creación? -le pregunto el Juez -.

– Era la única solución a mis problemas -contesto quejoso el Joven -.

– Cobarde!, eres un cobarde. Mira atentamente esta pantalla y veras lo que es bueno.

Ante su mirada perpleja, apareció un valle donde reinaba la mas espesa oscuridad, de el partían gemidos y quejidos de almas afligidas por el dolor.

– Quienes son? -pregunto Yeialel –

-Son almas que como tu buscaron solucionar sus problemas poniendo fin a sus vidas, pero su destino no les exigir retornar a su patria espiritual y ahora vagan en espera de que ese día llegue, sintiendo el mismo dolor e incluso mas que cuando Vivian.

– Es horrible -dijo Yeialel cubriéndose el rostro para no ver aquellas escenas -.

– Bien, veo que has aprendido la lección. Has tenido suerte, pues tu cuerpo no llego a estrellarse en el abismo. ¡Ay de ti si lo intentas de nuevo!, entonces ya no tendrás esa suerte y te veras formando parte de ese pelotón de desdichados.

Yeialel recobro la conciencia sobresaltado. Habría sido una pesadilla? Pero tuvo la evidencia de que había algo de verdad en ello.

Aun le parecía estar oyendo aquellos lamentos. Con esfuerzos y el deseo intenso de experimentar la vida Yeialel logro salir de allí. Ningún problema por grave que este fuese le volvería a afligir. Encontraría las soluciones lógicas a los problemas, y la tristeza ya no seria un peso para el. Había abierto los ojos y en adelante, sus pensamientos volarían mas altos, transcendiendo las realidades materiales.

Fin

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